Y luego, sin poderlo remediar, de un tajo, le
cercené la cabeza.
Tema: Quizá la mente humana necesita
creer que los motivos para acabar con la vida de otro ser deben ser
significativos, importantes, sustanciales, o incluso trascendentes.
Pero, ¿nunca pensaste en acabar con la vida de aquel tipo
que no dejaba de tocar el claxon de su coche mientras intentabas echar una
siestecita? ¿No despertó, ni por un segundo, tu instinto homicida aquella
señora que ocupaba toda la acera y no te dejaba pasar, a pesar de la prisa que
llevabas? ¿No te resultaba una provocación criminal la forma que tenía aquel
hombre de recolocarse en “cortinilla” ese mechón de pelo grasiento?
¿Qué hubiera pasado si cada uno de esos motivos hubieran
sido suficientes para pertrechar el acto asesino? Dejen volar sus más profundos
instintos de muerte hasta hallar un móvil suficientemente absurdo y, a la vez,
obvio de dar fin a la existencia sinrazón de algún mortal insignificante.
En el relato deberá aparecer, sin remedio alguno, la frase
que da nombre a la presente edición.
La inspiración del tema de este relato se halla en la obra de Max
Aub, “Crímenes ejemplares”, la cual haré llegar a todos y cada uno de los
relateros.
Extensión: libre
Método de envío: cada relato será un
comentario anónimo en la entrada del blog.
Fecha límite para subir los relatos: Hasta
un minuto de la cena y lectura. No seré yo quién termine con el goce infinito
que produce la postergación desmedida.
Fecha de la merienda-cena: Sábado 16 de mayo a
las 18:00h.
Lectura de los relatos: La identidad de
los autores será una incógnita en todo momento hasta que deje de serlo. Los
relatos serán repartidos entre los participantes aleatoriamente para su
lectura, salvo que algún autor prefiera leer el suyo por alguna causa justificada.
Se recomienda al lector leer previamente el relato, para tratar de ser fiel a la intención del creador del escrito.